Termodinámica
La importancia práctica de la
termodinámica radica fundamentalmente en la diversidad de fenómenos físicos que
describe. El conocimiento de esta diversidad ha derivado haca una enorme
productividad tecnológica.
Estudio
de la termodinámica
Los principales elementos que
tenemos para estudiar la termodinámica son:
§ Las
leyes de la termodinámica.
Estas leyes definen la forma en que la energía puede ser intercambiada entre
sistemas físicos en forma de calor o trabajo.
§ La
entropía. La
entropía es una magnitud que puede ser definida para cualquier sistema. La
entropía define el desorden en que se mueven las partículas internas que forman
la materia.
§ La
entalpía. La entalpía
es una magnitud termodinámica, función de estado del sistema físico
considerado. La primera ley de la
termodinámica, en función de la entalpía, adopta la forma dQ = dH - Vdp , es
decir, la cantidad de calor suministrada a un sistema es utilizada para aumentar
la entalpía y hacer un trabajo externo - Vdp.
En la termodinámica se estudian y
clasifican las interacciones entre diversos sistemas, lo que lleva a definir
conceptos como sistema termodinámico y su contorno. Un sistema termodinámico se
caracteriza por sus propiedades, relacionadas entre sí mediante las ecuaciones
de estado. Estas se pueden combinar para expresar la energía interna y los
potenciales termodinámicos, útiles para determinar las condiciones de
equilibrio entre sistemas y los procesos espontáneos.
Con estas herramientas, la
termodinámica describe cómo los sistemas responden a los cambios en su entorno. (Anónimo, solar-energia.net, 2016)
Leyes
de la Termodinámica
La termodinámica se basa
principalmente en un conjunto de cuatro leyes que son universalmente válidas
cuando se aplican a sistemas que caen dentro de las restricciones implícitas en
cada uno.
El primer principio que se
estableció fue la segunda ley de la termodinámica, tal como la formuló Sadi
Carnot el 1824. El 1860 ya estableció dos "principios" de la
termodinámica con las obras de Rudolf Clausius y William Thomson, Lord Kelvin.
Con el tiempo, estos principios se han convertido en "leyes". El
1873, por ejemplo, Willard Gibbs afirmó que había dos leyes absolutas de la
termodinámica en sus métodos gráficos en la termodinámica de fluidos.
Actualmente se enuncian un total de cuatro leyes. En los últimos 80 años,
algunos autores han sugerido otras leyes, pero ninguna de ellas fue aceptada
por unanimidad.
En las diversas descripciones
teóricas de la termodinámica, estas leyes pueden expresarse en formas
aparentemente diferentes, pero las formulaciones más destacadas son las
siguientes:
El principio cero de la
termodinámica tiene diferentes contenidos, en diferentes autores y en
diferentes contextos; es decir, puede referirse a uno u otro de los siguientes
dos aspectos de los estados de equilibrio de un sistema termodinámico:
establecer el equilibrio termodinámico, o transitividad del equilibrio térmico.
§ El primer principio de la
termodinámica establece la equivalencia entre el trabajo mecánico y la cantidad
de calor como formas de intercambio de energía entre un sistema y el mundo
circundante. Una de sus consecuencias es la existencia de una función estatal llamada
energía interna.
§ La segunda ley de la termodinámica
es compatible con una forma primaria, la existencia incapaz de máquinas
térmicas que recibieron un poco de calor desde una fuente para producir
equivalente trabajo mecánico. Una de sus consecuencias es la existencia de una
función estatal llamada entropía.
§ El tercer principio de la
termodinámica establece que cuando la temperatura tiende a cero absolutos, la
entropía de cualquier sistema tiende a cero. No es el resultado de la
abstracción directa de los hechos experimentales, sino la extensión de las
consecuencias de los principios precedentes.
Ley
cero de la termodinámica
A este principio se llama del
equilibrio termodinámico. Si dos sistemas A y B están en equilibrio
termodinámico, y B está en equilibrio termodinámico con un tercer sistema C,
entonces A y C están a su vez en equilibrio termodinámico. Este principio es
fundamental, a pesar de ser ampliamente aceptado; no fue formulado formalmente
hasta después de haber enunciado las otras tres leyes. De ahí que recibe la
posición 0.
Primera
ley de la termodinámica
La primera ley de la termodinámica
también es conocida como principio de conservación de la energía para la
termodinámica. Esta ley termodinámica establece que, si se realiza trabajo
sobre un sistema o bien éste intercambia calor con otro, la energía interna del
sistema cambiará. Visto de otro modo, esta ley permite definir el calor como la
energía necesaria que debe intercambiar el sistema para compensar las
diferencias entre trabajo y energía interna. Fue propuesta por Antoine
Lavoisier. (Anónimo, solar-energia.net, 2018)
La primera ley de la termodinámica
piensa en grande, dicho de otra manera, la Primera ley de la termodinámica dice que la energía no se
puede crear ni destruir, solo puede cambiarse o transferirse de un objeto a
otro.
Esta ley puede parecer algo
abstracta, pero si empezamos a ver los ejemplos, encontraremos que las
transferencias y transformaciones de energía ocurren a nuestro alrededor todo
el tiempo. Por ejemplo:
·
Las
plantas convierten la energía solar (energía radiante) en energía química
almacenada en moléculas orgánicas.
·
Tú
estás transformando la energía química de tu última comida en energía cinética
cuando caminas, respiras y mueves tu dedo para desplazarte hacia arriba y hacia
abajo por esta página.
Segunda
ley de la termodinámica
La segunda ley de la termodinámica
regula la dirección en que se han de llevar a cabo los procesos termodinámicos
y, por tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario. También
establece, en algunos casos, la imposibilidad de convertir completamente toda
la energía de un tipo a otro sin pérdidas. De este modo, la segunda ley impone
restricciones para las transferencias de energía que hipotéticamente pudieran
llevarse a cabo teniendo en cuenta sólo el primer principio de la
termodinámica.
Esta ley permite definir una
magnitud física llamada entropía tal que, para un sistema aislado, es decir,
que no intercambia materia ni energía con su entorno, la variación de la
entropía siempre debe ser mayor o igual a cero y sólo es igual a cero si el
proceso es reversible.
El calor aumenta lo aleatorio del
universo
Si el calor no realiza trabajo,
entonces ¿qué hace exactamente? El calor que no realiza trabajo aumenta la
aleatoriedad (desorden) del universo. Esto puede parecer un gran salto de
lógica, así que vamos a dar un paso atrás y ver cómo puede ser.
Cuando tienes dos objetos (dos
bloques del mismo metal, por ejemplo) a diferentes temperaturas, tu sistema
está relativamente organizado: las moléculas están separadas por velocidad, en
el objeto más frío se mueven lentamente y en el objeto más caliente se mueven
rápidamente. Si fluye calor del objeto más caliente hacia el objeto más frío
(como sucede espontáneamente), las moléculas del objeto caliente disminuyen su
velocidad, y las moléculas del objeto frío aumentan su velocidad, hasta que
todas las moléculas se estén moviendo a la misma velocidad promedio. Ahora, en
lugar de tener moléculas separadas por su velocidad, simplemente tenemos un
gran conjunto de moléculas a la misma velocidad, una situación menos ordenada
que nuestro punto de partida.
El sistema tenderá a moverse hacia
esta configuración más desordenada simplemente porque es estadísticamente más
probable que la configuración de temperaturas separadas (es decir, hay muchos
más estados posibles que corresponden a la configuración desordenada).
Ilustración
41-Entropía https://francis.naukas.com/2017/10/31/incremento-de-la-entropia-y-descenso-del-desorden/
|
Para resumir, la primera ley de
termodinámica habla sobre la conservación de la energía entre los procesos,
mientras que la segunda ley de la termodinámica trata sobre la direccionalidad
de los procesos, es decir, de menor a mayor entropía (en el universo en
general).
La entropía en los sistemas
biológicos
Una de las implicaciones de la
segunda ley de la termodinámica es que, para que un proceso se lleve a cabo, de
algún modo debe aumentar la entropía del universo. Esto inmediatamente puede
plantear algunas preguntas cuando se piensa en organismos vivos, como tú.
Después de todo ¿acaso no eres un conjunto de materia bastante ordenado? Cada
célula de tu cuerpo tiene su propia organización interna; las células se
organizan en tejidos y los tejidos en órganos; y todo tu cuerpo sostiene un
cuidadoso sistema de transporte, intercambio y comercio que te mantiene vivo.
Así, a primera vista, puede no ser claro cómo tú o incluso una simple bacteria
representan un aumento en la entropía del universo.
Ilustración
42-https://es.khanacademy.org/science/biology/energy-and-enzymes/modal/a/the-laws-of-thermodynamics
|
Esta transferencia de calor aumenta
la entropía del entorno, al igual que el hecho de que tomas grandes y complejas
biomoléculas y las conviertes en muchas pequeñas moléculas simples, como
dióxido de carbono y agua, cuando metabolizas el combustible para poder
caminar. Este ejemplo utiliza a una persona en movimiento, pero lo mismo sería
válido para una persona, o cualquier otro organismo, en reposo. La persona u
organismo mantendrá cierta tasa basal de actividad metabólica que causa la degradación
de moléculas complejas en otras más pequeñas y numerosas junto con la
liberación de calor, lo que aumenta la entropía del entorno.
Dicho en términos más generales,
los procesos que disminuyen localmente la entropía, como aquellos que
construyen y mantienen los altamente organizados cuerpos de los seres vivos, sí
pueden ocurrir. Sin embargo, esta disminución local de la entropía puede
ocurrir solamente con un gasto de energía y parte de esa energía se convierte
en calor u otras formas no utilizables. El efecto neto del proceso original
(disminución local de la entropía) y de la transferencia de energía (aumento en
el entorno de la entropía) es un incremento global en la entropía del universo.
En resumen, el alto grado de
organización de los seres vivos se mantiene gracias a un suministro constante
de energía y se compensa con un aumento en la entropía del entorno. (Anónimo, 2014)
Tercera
ley de la termodinámica
La tercera de las leyes de la
termodinámica, propuesta por Walther Nernst, afirma que es imposible alcanzar
una temperatura igual al cero absoluto mediante un número finito de procesos
físicos. El tercer principio de la termodinámica puede formular también como
que a medida que un sistema dado se aproxima al cero absoluto, su entropía
tiende a un valor constante específico.
La entropía de los sólidos
cristalinos puros puede considerarse con el valor de cero a temperaturas
iguales al cero absoluto. No es una noción exigida por la termodinámica
clásica, por lo que es probablemente es inadecuado hablar de "ley". (Anónimo, solar-energia.net, 2018)
Véase también en:
https://solar-energia.net/termodinamica
https://solar-energia.net/termodinamica/leyes-de-la-termodinamica
https://es.khanacademy.org/science/biology/energy-and-enzymes/the-laws-of-thermodynamics/a/the-laws-of-thermodynamics
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